martes, 30 de marzo de 2010

LA IMPORTANCIA DE JUGAR AL LEGO

Hola a todos,
hace algunas semanas, dentro de las sesiones de operaciones impartidas por el bueno de Philip Mosoco, estuvimos haciendo un ejercicio interesante:
Se trataba de formar cinco equipos, competidores entre sí, y fabricantes del mismo producto, una estructura creada a base de piezas de Lego de diferentes colores.
El proceso productivo era sencillo; existían diversos perfiles de operarios fácilmente identificables en cualquier fábrica: Preparador de producto, ensamblador, control de calidad, almacenero, etc... Por otra parte, estaba el Director General, Director de Planificación, de Calidad, etc...
Aproximadamente, en cada equipo había el mismo número de operarios que de directivos.
El objetivo era satisfacer la demanda aleatoria de un cliente, que se produce cada quince segundos, con el menor coste posible y el mayor índice de satisfacción de éste.
El juego consistía en medir los resultados de cinco rondas de 10 minutos de duración de cada una de ellas; al final de cada ronda, el equipo de operarios se va a tomar el bocadillo, y el equipo directivo se reúne, analiza resultados, y determina la implementación de dos mejoras dentro del proceso productivo que se aplican en las rondas sucesivas, previa comunicación a los operarios.
Uno de los puntos importante es que el operario no opina ni influye en las decisiones de los directivos.
Pues bien, a mi me toco ser operario, y aparte de las muchas enseñanzas sobre la gestión de operaciones que se aprenden del juego, la conclusión explicada por Philip que más me llamó la atención, sin haberlo advertido en el transcurso del juego, es que cuando tienes a un operario con funciones muy concretas y repetitivas, y con un objetivo claro y definido de ésas funciones, si no se le escucha y únicamente se le dice lo que tiene que hacer, éste deja de pensar y de aportar.
Y es que durante la primera ronda, intentas hacer que se te oiga, hablas con los directivos aunque sabes que no tienes que hacerlo, y tratas de aportar al máximo desde tu visión. Pero cuando ves que no se te hace caso, acabas trabajando mecánicamente, y me atrevo a decir, sin ilusión por el resultado final del juego; de hecho, aunque en la última ronda podíamos aportar ideas, personalmente yo estaba seco... no era capaz de aportar nada aparte de mi pequeña parcelita de trabajo.
Todo ésto me dio que pensar bastante:
- por una parte, creo que es un gran ejercicio de empatía; sientes en primera persona lo que otros sienten todos los días, y qué duda cabe, que el punto de vista cambia; cómo cambiaría el de los operarios si les invitamos a tomar algunas decisiones y les responsabilizamos de sus resultados?.
- por otra, lo fácil (y peligroso), que es crear una cultura alienante en las organizaciones; basta con no escuchar un par de veces, y todas las aportaciones que nos pueden dar los miembros de los equipos bajo su punto de vista, se pueden perder.

Me gustó jugar al Lego, o no?, o, vosotros qué pensáis?

Qué juegos o ejercicios de empatía podemos aplicar de manera sencilla en nuestros equipos? Qué otros puntos podemos reforzar? Echadme una mano con vuestros comentarios.

Saludos,

Pepe Moral Moreno

PD: os aseguro que ha sido uno de los ejercicios para recordar, aunque mi equipo no ganó... fundamentalmente por dos razones: pucherazo en las votaciones finales :-), y falta de competencia directiva :-)) si me hubiesen escuchado! :-)))

10 comentarios:

  1. Curios ejercicio Pepe. Uno de los problemas más grandes a los que nos enfrentamos en las organizaciones es el desarrollo de esa empatía bilateral porque no solo es cuestión de jefes, también de empleados y cuando no se porduce de forma natural se limitan mucho lasposibilidades.

    Un abrazo

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  2. Hola Pepe Yo también era de los operarios alienados y comparto tu visión de que las organizaciones deben contar con el talento que tienen, venga de donde venga. Un equipo que comparte criterios y objetivos será mucho más competitivo y tendrá más garantías de éxito. Un abrazo. Javier

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  3. Pues yo hice un seminario parecido, hace ya tiempo, era a base de puzzles y servía para detectar lo que llaman "líderes naturales"... de 4 grupos, sólo en uno salió un directivo escogido. Fué la primera y última edición del cursillo de marras.
    Estos sistemas funcionan y el que explicas en interesante (y cierto, yo misma solía decir aquello de "hay jefes que se merecen que hagas lo que mandan"), pero sería bueno analizar al cabo del tiempo, cuantos directivos aprendieron y pusieron en práctica lo aprendido.
    Buen post, Pepe!

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  4. Qué tal, Fernando?
    totalmente de acuerdo con tu comentario, es necesaria la empatía bilateral, aunque sí que pienso que no necesariamente debe darse de manera natural; muchas veces hay que motivar para que ocurra. Creo que una buena delegación de determinadas tareas o decisiones, es una buena manera para que el equipo empatice con la función del encargado de liderarlo.
    Gracias por tu aportación y un fuerte abrazo,
    Pepe

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  5. Qué tal, Javier?
    el mejor preparador de ensamblado que he tenido jamás como compañero!! desde luego que hay que aprovechar el talento, y destacar iniciativas como la de tu organización para fomentar el intercambio de talento es el camino.
    gracias por comentar y un saludo,
    Pepe

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  6. Qué tal, Francesca?
    la idea que apuntas en tu comentario, no es que me atormente, pero sí que la pienso de vez en cuando; me gusta revisar índices de los libros que he leído y temarios de asignaturas para recordad aquello que aprendemos en un momento dado y nunca llegamos a poner en práctica.
    Si que es verdad que cuando sales de una jornada o seminario, con el calentón parece que vas a revolucionar la organización, pero luego se queda en nada.
    Creo que un buen punto para combatirlo es hacer algo parecido al modelo 3M: estudiar un indicador de innovación en la organización... por empleado!! es decir, marcarte como objetivo la puesta en marcha de una serie de puntos de análisis (y si hay suerte, de mejora), para luchar contra el acomodamiento e intentar estar continuamente buscando conocimientos aplicables a la organización.
    Caray, Francesca, lo que me da que pensar tu comentario; da para un post en sí mismo...
    Muchas gracias, ARTISTA!!
    Saludos,
    Pepe Moral

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  7. Hice este ejercicio en el MBA hace tres años; es un clásico, y da mucho juego para aprender. Nosotros hicimos dos pruebas: una mandando y sin escuchar, y otra en la que los operarios se organizaban por su cuenta. Parece que la conclusión más clara es que hay que escuchar a las personas que hacen el trabajo, ya que son los que mejor detectan las posibles mejoras. Pero a partir de ahí, hay muchas más.

    Se me ocurre: yo, como operario, aporto mejoras (fase dos del ejercicio). Se implantan, la compañía obtiene beneficio de mis aportaciones ¿y yo? Si no se me gratifica, ¿dejaré de aportar?

    ¿Reconocimiento (y retribución) individual o al grupo?¿Tiene el cuello de botella la culpa de serlo?¿Se verá presionado por el grupo ante la necesidad de resultados?¿Y cómo se resolverá? No sé, se me ocurren estas como se podían ocurrir muchas más.

    Pero lo más interesante es lo que expresas tú sobre la necesidad de empatía. Aunque no todo el mundo aspira o quiere que empaticen con él. ¿No crees que hay perfiles (algunos) que prefieren que se les diga lo que hay que hacer, sin querer así asumir ninguna responsabilidad en los resultados? No digo que sean mayoría, pero algunos hay.

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  8. Qué tal, Félix? gracias por pasarte por aquí!
    totalmente de acuerdo con tus planteamientos; qué razón tienes con que el sistema retributivo, y su alineación con los objetivos empresariales son clave para la obtención de resultados, y probablemente sea de los temas más complejos por definir.
    Por otra parte, lo que comentas sobre aquellos que probablemente no quieran asumir responsabilidades, es totalmente cierto; lo que no tengo tan claro es si es un problema del trabajador, de la cultura empresarial, o del proceso de selección; cada vez me gusta más el modelo que aplica 3M, en el que los perfiles de los trabajadores se seleccionan en función de su grado de inclinación hacia la innovación, y toda la cultura empresarial gira en torno a ello; en cualquier caso, creo que tu reflexión da para un post en sí mismo.
    Gracias por pasarte y un saludo,
    Pepe Moral

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  9. Yo también juego a la primitiva , a ver si gano algo.

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