sábado, 10 de abril de 2010

ANALIZANDO 360º

Hola a todos,
hoy sólo quería compartir con vosotros un post de lectura imprescindible (para mi gusto); se trata de "590 millones para subvencionar los coches eléctricos", escrito en El blog Salmón por @Remo_.
Y es que, con independencia del contenido del mismo, me gusta porque analiza el tema de una manera clara, sencilla, y sobre todo, desde muchos puntos de vista.
Me ha parecido que tenía que destacarlo porque enlaza muy bien con mi post anterior sobre la toma de decisiones.
A la hora de tomar una decisión, no sólo hay que observar la efectividad de la misma con respecto al objetivo marcado, sino su repercusión futura, observando en 360º, todos los puntos de vista; de ésta manera, en el  caso del coche eléctrico, me han gustado los planteamientos que se proponen:
- Objetivo: realmente la alternativa elegida cumple con el objetivo? de acuerdo que se consumen menos carburantes, pero si para generar energía no se utilizan renovables, puede que sigamos contaminando por otro lado. Además, el objetivo de utilización de coches eléctricos es real? porque, cuántas marcas de coches eléctricos conoces? tienen todos una pinta de útiles para llevar a los niños al cole...
- Creatividad en la definición de alternativas: por qué subvencionar si existen otras alternativas que no cuestan dinero directamente?
- Repercusiones futuras: qué pasa con el déficit eléctrico y el famoso céntimo sanitario de los carburantes?
Veremos a ver cómo se acaba ejecutando finalmente...
En definitiva, me ha parecido un buen ejemplo de la manera óptima de abordad un problema, con el agravante de que lo que se comenta en el post es una decisión ya adoptada, y no pendiente de adoptar; a lo mejor sí que se han tenido en cuenta todos éstos puntos a la hora de tomarla, o no?, o, vosotros qué pensáis?
Saludos,
Pepe Moral Moreno

lunes, 5 de abril de 2010

QUÉ PREFIERES, DECIDIR BIEN O ACERTAR?

Hola a todos,
lo primero es lo primero: espero que todos estemos de vuelta con las pilas cargadas y dispuestos a todo; por mi parte, arranco el trimestre con muchas ganas! 
Una de las cosas que he hecho ésta semana santa es devorar "Iceberg a la vista", de MIguel A. Ariño y Pablo Maella.
El libro ofrece algunas pautas básicas para la valoración de decisiones complejas, siguiendo como ejemplo de todas ellas la historia por todos conocida del hundimiento del Titanic; y es que en pocas ocasiones como ésta se puso tan de relieve una secuencia tan desafortunada de decisiones.
Finalmente, los autores dan 10 pincipios básicos a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones, que me atrevería a resumir escuetamente en cuatro (sin ningún tipo de ánimo de intentar "convalidar" la lectura del libro, Dios me libre):
- Definición del objetivo: qué es lo que se pretende conseguir con la decisión; la valoración de objetivos tiene que ser realista, alcanzable y lo más objetiva posible en cuanto a los posibles problemas para alcanzarlo, además de identificar cuáles son imprescindibles y cuáles secundarios o subordinados a los primeros.
- Creatividad en generación de alternativas: hay que dar todas las alternativas posibles sobre la decisión a adoptar, tratando de ser lo más creativo posible, y sin descartar ninguna alternativa a la hora de su propuesta. Éste concepto me gustó especialmente, la separación del proceso de generación de alternativas de su valoración.
- Valoración de las alternativas: ponderación del valor añadido de la alternativa en términos de su efectividad a la hora de alcanzar los objetivos y su repercusión a corto, medio y largo plazo sobre mí, y sobre las personas que me rodean.
- Ejecución: dentro del proceso de toma de decisiones hay que pensar cómo vamos a ejecutarla: a quién tenemos que convencer, cómo vamos a articular la decisión adoptada, etc.
Pero sobre todo, me gustó porque parte de la premisa de que debemos preocuparnos en decidir bien, aunque no acertemos; citando el propio libro:
"Decidir bien no es lo mismo que acertar. A veces, uno decide bien, pero las circunstancias imprevisibles hacen que las cosas salgan mal. Se puede decidir bien y no acertara menudo en nuestras clases realizamos una prueba para explicar este hecho, ofrecemos a un grupo de personas a participar en un juego. El juego consiste en extraer una bola de una urna. Si la bola es blanca recibe 100 euros y si es negra tienen que pagar un euro. Además le informamos que en la urna hay 99 bolas blancas y una negra (cosa que se puede comprobar). Después les preguntamos cuántos de ellos aceptarían participar. Evidentemente todos aceptan la propuesta. Una mano inocente extrae una bola y resulta ser negra. ¿Han decidido bien o han decidido mal? Evidentemente todos han decidido bien. Si la bola ha salido negra y han perdido un euro es exclusivamente por mala suerte, no porque hubiera tomado una mala decisión. De hecho todos aceptan jugar una segunda vez.
Podemos decir que las decisiones pueden ser correctas o incorrectas en función de cómo se decidió y que pueden ser favorables o desfavorables en función de sus resultados."
Y es que en los tiempos que corren, en los que muchas veces buscamos resultados cortoplacistas para salvar determinadas situaciones, no estamos cayendo muchas veces en la tentación de intentar acertar aunque toda la información apunta a que la decisión debe ser otra? no estamos confiando demasiado en el azar con la esperanza de huir hacia adelante? o no?, o, vosotros qué pensáis?
En cualquier caso, me gustó, y recomiendo su lectura.
Saludos,
Pepe Moral Moreno