viernes, 29 de enero de 2010

...Y SI ALCANZO A MI MODELO ASPIRACIONAL?

Hola a todos,
ayer vimos un caso dentro del PPD del IESE, de la mano de José Ramón Pin sobre las diversas motivaciones presentes en el desempeño de nuestra vida profesional.
El caso es que el protagonista, trabajador de gran valor añadido para su empresa, se pasa la vida aspirando a obtener un trabajo parecido al de su admirado hermano y al de un antiguo jefe promocionado hacía algún tiempo; cuando finalmente lo consigue, después de remover Roma con Santiago dentro de la organización, se da cuenta que lo que pensaba era la solución a todos sus problemas, no era más que un modelo aspiracional idealizado que cuando se convirtió en una experiencia real no le motivaba en absoluto.
Cuando se presentó en clase cómo había concluido el caso de análisis, me dio bastante que pensar; yo mismo dejé una organización porque "no envidiaba ninguno de los puestos de trabajo que me rodeaban", y me mudé a "pastos más verdes", sin anticipar que el cambio que acometí en mi vida profesional no me benefició en absoluto (afortunadamente, casi todo en ésta vida tiene solución).
Creo que es importante tener identificados y saber a quién envidiamos y a quién no dentro de la organización y fuera, pero sobre todo, es más importante saber por qué; en la medida que analicemos los pros y los contras de nuestras "envidias", podremos realmente ajustar nuestras aspiraciones a las motivaciones reales que nos mueven.


Resumiendo, pensemos bien en los modelos aspiracionales que anhelamos, no vaya a ser que alguna vez los alcancemos... o no?, o, vosotros qué pensáis?
Un saludo,
Pepe Moral


PD: como lo prometido es deuda, debo insertar una frase entrecomillada de sabiduría popular, que olvidé incluir en un post anterior: "Entre catas se nos fue el vino"; Gracias, José Manuel, algún día haré un post completo sobre el tema.

miércoles, 27 de enero de 2010

LA CULPA ES DE LAS FLECHAS?

Hola a todos,
Hoy quería reflexionar sobre la cantidad de tiempo que se emplea resolviendo incidencias, creando planes de contingencia, y desfaciendo entuertos varios; sin embargo, siempre que me veo enfrascado en el diagnóstico o resolución de un problema de éste tipo, recuerdo una frase, de ésas que me gustan, y que no debo olvidar:
“La culpa es de los indios, no de las flechas”.


En la medida en que seamos capaces de identificar, y sobre todo entender las causas de los problemas, podremos atajarlos; ojo! No siempre es fácil separar o ver las causas de los efectos; el problema normalmente es la causa, no su efecto, aunque, evidentemente, el efecto hay que mitigarlo.
Recientemente, hemos podido ver dos ejemplos claros sobre el tema:
- El recién estrenado Presidente de SEAT, James Muir, ha decidido prescindir de más de 300 mandos intermedios por bajo rendimiento; el caso, perfectamente ilustrado en uno de los post de Juan Carrión y en otros medios (ABC o El País), a mi juicio pone de manifiesto un esfuerzo en resolver un efecto de una probable causa de falta de motivación, cultura empresarial mal enfocada, u otros. De hecho, recientemente ha habido una rectificación al plan debida a la presión de los trabajadores, con lo que lejos de resolver un problema, se ha acrecentado.
- El otro caso, aún a pesar de ser espinoso, es el terremoto de Haití; es evidente que el efecto es tremendamente devastador, pero cada vez tengo más dudas… el terremoto en sí es un problema, pero todo lo que estamos viendo no está originado por éste, sino por un gravísimo abandono por parte de la comunidad internacional a un país sin recursos que lo convirtió en una auténtica república bananera sin infraestructuras y totalmente indefensa ante cualquier adversidad; ya estoy empezando a leer algunas opiniones sobre los posibles efectos de una “reconstrucción” del país en lugar de un cambio hacia delante.
Resumiendo, para realizar cualquier diagnóstico, identificar correctamente las causas del problema, y discernirlas de los efectos, constituye un porcentaje muy alto de éxito para poder realizar un adecuado plan de acción al respecto, o no?. o, vosotros qué pensáis?
Me ayudáis a identificar ejemplos en los que la identificación errónea de las causas y sus efectos conduce a conclusiones erróneas?
Saludos,
Pepe Moral Moreno

viernes, 22 de enero de 2010

FRASES ENTRECOMILLADAS




Hola a todos, como he comentado en algún otro foro, ayer tuve la suerte de asistir a la primera jornada del PPD (Programa de Perfeccionamiento Directivo) de IESE, que durante 15 jornadas se va a impartir en la sede de INDRA Software Labs en Ciudad Real, gracias a la Fundación Horizonte XXII (@horizontexxii) de la Caja Rural de Ciudad Real. 
La verdad es que no podía dejar de pasar la oportunidad, por muchas razones, pero sobre todo por tres fundamentalmente:
1. como bien dijeron en la presentación del programa, el profesorado lo componen profesionales que imparten clases en Nairobi, Manhattan, Shangai.... y ahora Ciudad Real. Es como si viniese U2 a dar un concierto y me quedase en casa.
2. por otra parte, tenía muchas ganas de asistir a algún programa de alguna escuela de negocio de prestigio, sobre todo después de lo mucho que se ha escrito últimamente (he llegado a leer en algún foro que son uno de los culpables de la crisis mundial; el que esté libre de pecado...).
3. tengo la increíble oportunidad de conocer de primera mano los puntos de vista de los directivos de mi entorno, y entrar en conversación directa con ellos.
En fin, que la primera jornada no me defraudó y he decidido escribir sobre ello; aparte de muchas otras cosas, me llamó mucho la atención la cantidad de frases entecomilladas que anoté (más de una por hora "lectiva"); ya sabéis, ésas que anotas entre comillas literalmente, para poder reproducirla o memorizarla con posterioridad porque piensas que realmente tienen utilidad práctica, y os puedo asegurar que cada una de ellas da para escribir, por lo menos, un post.
Pues bien, quería compartirla con vosotros y obtener vuestro punto de vista:


1. "Por el análisis, a la parálisis" Eduado Martínez Abascal
sobre cómo de tanto analizar, al final nos olvidamos de tomar la decisión y actuar de una vez por todas, razonamiento rematado con la frase número 2, que ilustró el chiste que proyectó en su presentación Carlos García Pont (ilustación que incluyo en el post).
2. "Parece grave, lo sabremos mejor después de la autopsia"
3. "Una vez tienes a la persona, hay que hacerla buena". Carlos García Pont
sobre la existencia de decisiones cuya alternativa nunca vas a saber cómo hubiese resultado, como la de contratar a un colaborador, pero siempre debes avanzar y trabajar sobre la línea marcada por dicha decisión para hacer las correcciones necesarias y cumplir los objetivos esperados.
4. "La gente no suele ir contra sus propios intereses". José Ramón Pin
sobre el intento desesperado de hacer ver a alguien que es bueno ser solidario con el compañero, aún a costa de salir perjudicado, debiendo enfocar los argumentos hacia las motivaciones del trabajador
5. "No hay nada que fracase más que el éxito" José Ramón Pin
o el "síndrome de la Moncloa", sobre la aplicación de decisiones, hábitos, políticas o métodos idénticos a los utilizados en el pasado, sin tener en cuenta el contexto cambiante de las circunstancias.
6. "La diferencia entre un gurú y un profesor, es que el profesor tiene que argumentar empíricamente sus afirmaciones" José Ramón Pin
sin comentarios; os puedo asegurar, que cada una de las frases estaban respaldadas con argumentos dentro del estudio real de los casos que vimos; rematada con "...bueno, y que ganan mucho más dinero...".


Qué os han parecido? a mí me parecen geniales, o no?, o, vosotros qué pensáis?
Estoy seguro que en las próximas jornadas obtendré nuevas ideas y más frases entrecomilladas para compartir con vosotros; de momento, os animo a que me dejéis en vuestros comentarios aquellas que os hayan llamado la atención últimamente (si, también admito de gurús).
Gracias de antemano y un saludo,
Pepe Moral Moreno



martes, 12 de enero de 2010

RÁPIDO! DOS MAS DOS?.... CINCO!!!!

Hola a todos,
después de unos días de inactividad bloguera (demasiados quizá), me decido a hacer el primer post del año 2010; hace tiempo que quería utilizar uno de mis chistes favoritos (aunque no sea muy gracioso, la verdad), que me contó hace años atrás mi mentor y actual socio en la aventura a la que me he adherido recientemente:



Profesora: Jaimito, rápido, cuánto suma dos más dos?!?
Jaimito: CINCO!! 
Profesora: Muy mal, Jaimito 
Jaimito: pero qué quería usted?.... rapidez, o exactitud?
Los que trabajamos vendiendo horas de nuestro trabajo, sabemos perfectamente la moraleja del chiste: no se puede vender (ni comprar) duros a peseta. 
Pero además, cuando se compra una peseta, hay que dar una peseta... por mucho que nos duela nuestro ego profesional, muchas veces tenemos que amoldar nuestro trabajo a las exigencias o esperanzas del Cliente, entendiendo sus motivaciones y expectativas; y sobre todo, las cosas hay que hablarlas antes: es decir, si un cliente quiere un Seiscientos, hay que dejarle claro que no va a recibir un Mercedes, y hay que intentar, en la medida de lo posible, fabricar un seiscientos.
Ser un profesional de cualquier sector es entender ésta premisa y utilizarla, tanto externa, como internamente.
Al fin y al cabo, todo producto debe estar en consonancia con su precio, y a su vez con las expectativas del cliente; si no manejamos todas éstas variables anticipada y coherentemente, es previsible encontrar malos entendidos e incidencias, ya sean internas, o externas, o no?, o, vosotros qué pensáis?
Gracias por leerme, anímate a completar el post y déjame cualquier comentario!
Saludos,
Pepe Moral